2666, Tres

Sobre exilio y destino, algo que me toca de cerca, ya que soy, después de todo, un exiliado económico. El exilio, no por eso, duele menos. Sobre el destino, ni hablar, esa es una guerra sin armisticio…

-El exilio debe ser algo terrible -dijo Norton, comprensiva.

-En realidad -dijo Amalfitano- ahora lo veo como un movimiento natural, algo que, as su manera, contribuye a abolir el destino o lo que comúnmente se considera el destino.

-Pero el exilio -dijo Pelletier- está lleno de inconvenientes, de saltos y rupturas que más o menos se repiten y que dificultan cualquier cosa importante que uno se proponga hacer.

-Ahí precisamente radica -dijo Amalfitano- la abolición del destino.

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