2666, Diez

Sobre la tranquilidad

Interesante reflexión de Bolaño sobre la tranquilidad. Esta reseña, Fate está recordando a su madre, quien acaba de morir, y se acuerda de ella, ya anciana, sola en su apartamento, mirando la televisión y lavando los platos y otros enseres de su cena solitaria. Bolaño trata de comparar, en una especie de hipérbola, a la tranquilidad con el movimiento, es decir, el movimiento, o su ausencia, como indicación de la tranquilidad.

…ocupada en fregar los platos que acababa de ensuciar y la olla que acababa de ensuciar y el tenedor y la cuchara que acababa de ensuciar, con una tranquilidad que probablemente, pensó Fate, significaba algo más que simple tranquilidad, o tal vez no, tal vez esa tranquilidad sólo significaba tranquilidad y algo de cansancio, tranquilidad y brasas consumidas, tranquilidad y apaciguamiento y sueño, que finalmente es, el sueño, la fuente y también el refugio último de la tranquilidad. Pero entonces, pensó Fate, la tranquilidad no es sólo tranquilidad. O el concepto de tranquilidad que tenemos está equivocado y la tranquilidad o los territorios de la tranquilidad en realidad no son más que un indicador de movimiento, un acelerador o un desacelerador, depende.

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